SERIE ROJA


LA SANGRE, LÍQUIDO VITAL


Ilustración - representación de eritrocitos, leucocitos y plaquetas vistas desde el microscopio.

¿Qué es la sangre?

La sangre es un líquido que se mueve a través de los vasos del sistema circulatorio.

¿De qué se compone la sangre?

La sangre está constituida por un líquido, el plasma sanguíneo (en el que se encuentran disueltas sales minerales, glucosa, protehínas, gas carbónico y oxígeno) y por varios tipos de células sanguíneas. Glóbulos Rojos o eritrocitos, que contienen el pigmento que da color a la sangre, esto es, hemoglobina. También son responsables de transportar O y CO2. Globulos Blancos o leucocitos, que son de varias clases pero tienen una misión en común: defender al organismo de posibles infecciones. Forman parte del sistema inmunitario. Plaquetas, que intervienen en el proceso de coagulación de la sangre. Las células y plaquetas conforman casi, el 45% de la sangre humana mientras que el plasma constutuye el 55%.

¿Para qué sirve la sangre?

La sangre sirve para trasladar sustancias blancos rápidamente de una parte a otra del cuerpo. En concreto, sus funciones más importantes son:

  1. Transportar el oxígeno desde los pulmones a las células.
  2. Transportar el gas carbónico -perjudicial para el cuerpo- hasta los pulmones, para que éstos lo expulsen.
  3. Transportar sustancias vitales -como la glucosa, por ejemplo- desde el hígado hasta los tejidos.
  4. Transportar los productos dañinos como la urea, desde los tejidos hasta los riñones, para ser expulsados en la orina.
  5. Transportar las hormonas, mensajeras químicas del cuerpo.
  6. Transportar agua y minerales hasta allí donde sean necesarios.
  7. Defender el cuerpo contra los microbios que producen infecciones, manteniéndolos a raya mediante sus leucocitos o glóbulos blancos.
  8. Mantener constante la temperatura del cuerpo, actuando como si fuera un sistema de calefacción central.
  9. Taponar, gracias a la acción de las plaquetas, cualquier herida o fisura que pueda producirse en el cuerpo.